He comentado en mis anteriores intervenciones en este programa acerca de la responsabilidad que tenemos como ciudadanos de este país. La ciudadanía con responsabilidad nos lleva a expresarnos de mucha maneras: a través de nuestra opinión en los debates públicos, en los momentos en que somos invitados a participar, hoy sobre todo por los candidatos a elección popular, que deambulan por nuestras comunidades buscando que les demos nuestro voto, también participamos de manera directa cuando somos requeridos para ejercer nuestra responsabilidad ciudadana a través de la atención de una casilla electoral como secretarios o presidentes. En fin, los ciudadanos estamos comprometidos y deseamos que esta elección que es nuestra oportunidad para expresarnos sea histórica. Y es histórica como expresión ciudadana, porque se ha estado manejando esta nueva elección con una ley de medios que más nos ha complicado la elección que ayudado a mejorarla.
Esta nueva ley de medios que aprobó la cámara de diputados, ha complicado hoy las elecciones próximas, pues los partidos no pueden expresarse libremente en público y tampoco los ciudadanos privados podemos expresar una opinión libre de cuestionamiento o exigencia a los candidatos o partidos porque se considera algo ilegal, es decir estamos coartados por esa misma ley. Por ello han abundado ahora las expresiones de rechazo y de ataque entre los partidos por otros medios, como el internet y otros recursos a su alcance.
Una ciudadanía con responsabilidad exige que los que van a gobernar un municipio o como diputados locales o federales, tengan propuestas claras y convincentes. Sólo basta con pasearse por las comunidades del valle de Toluca y en la misma ciudad para comprender que no hay propuestas serias y que convenzan a la ciudadanía. Nosotros estamos listos para ejercer nuestra responsabilidad y exigir que se cumpla lo que los candidatos nos van a proponer. Pero la realidad es que no hay una propuesta viable, lea usted qué dicen las pancartas de cada candidato y ninguno se compromete a nada. Sólo frases evasivas y palabras huecas que a nada los comprometen. Mientras por otro lado, la ciudadanía se debate en medios de una situación económica que se complicada cada vez más. Debemos exigir que ese voto que vamos a expresar en las urnas próximamente, tenga un mensaje a los partidos para que volteen a vernos como es el país que somos, con carencias y con necesidades tan graves, como la seguridad pública y la educación cuya solución vemos más lejana cada día, pero con potencialidades y cualidades como ningún otro país,
Algunos medios a nivel nacional están proponiendo que expresemos nuestro voto NULO, para hacer ver que la ciudadanía está harta de malas propuestas y de que los candidatos cambian sólo de puesto, pero no de propuestas. Cambian de puesto como cambian de coche. Pasan de diputados a presidentes y de ahí a otra responsabilidad, pero la ciudadanía necesita ver resultados no las mismas caras. El voto nulo como ciudadanos no es la mejor opción. Pero tenemos que hacer ver a través de nuestras palabras y de nuestras protestas por el voto que no estamos contentos con nuestra democracia. Que necesitamos crear un nuevo sistema donde los ciudadanos podamos participar libremente y no como ahora estamos, coartados y atados por las leyes que nos rigen en esta circunstancia.
Como el dios Jano de los antiguos, la ciudadanía y el civismo poseen una doble cara. Ni la una ni el otro, sin embargo, están libres de contradicciones. La interacción humana engendra siempre tensiones de poder o influencia, y ello a su vez produce en quienes entran en ella esfuerzos por persuadir y convencer, órdenes que unos dan a otros y que son, o no, atendidas. Afloran así obediencias y desobediencias. Con nuestra participación multipliquemos las obediencias y las protestas cuando sea necesario, exijamos que se cumpla lo positivo que se nos promete.
Simultáneamente, la convivencia produce reglas --costumbres- que presiden tales situaciones y que unos respetan y otros violan. Luchemos porque estas reglas de la convivencia ciudadana en las elecciones sean respetadas y todos procuremos en la medida de lo posible expresarnos en forma directa y contundente con nuestro voto.
El compromiso con la ciudadanía implica que seamos conscientes no sólo de nuestra responsabilidad social sino también de nuestra responsabilidad al ir a las urnas
Hasta aquí termina mi comentario y Muchas gracias, por Una ciudadanía con responsabilidad. (comentario Radiofónico radio ACIR, 11.30 de A.M., a las 8:55 a.m. con fecha 9 de junio de 2009)
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